domingo, 16 de enero de 2011

Clasificación de las pendejadas.

Entre mis curiosas y peculiares habilidades está esa de observar y analizar a la gente. La personas son fascinantes, paradójicas, contradictorias, ruidosas, serias, escrutiñadoras pero sobre todo extrañas. Si te les quedas viendo se enojan y yo a veces no puedo evitar ver a la gente y tampoco puedo hacerlo de forma sutil. Agradezco a Diosito que hasta la fecha nunca me han puesto una chinga por eso.

Mi relación con las personas a veces es medio difícil porque me cuesta un poco de trabajo desenvolverme en cualquier círculo social y cuando me encuentro en un grupo de personas que me conocen poco al principio tiendo a ser muy callada, aunque el ambiente sea propicio. Callo, observo y lo analizo todo. Escucho y hablo lo que me parece pertinente y necesario. Mi problema principal es que digo muchas pendejadas y me da un poco de miedo cagarla.

Me encanta la gente que dice pendejadas, me hace sentir cómoda. Se me resbalan mucho esos ambientes en los que hay que ser serio y formal. Me estreso, me tenso, me vuelvo loca. Me entra una necesidad muy grande de que alguien diga una tontería. Me gusta mucho reírme y no entiendo cómo es que hay personas que se toman la vida tan pero tan en serio.

Pero bueno, no todas las pendejadas son iguales, por lo que basándome en mis observaciones y análisis de las personas he realizado la titánica tarea de clasificarlas para ustedes por que alguien tenía que hacerlo (eso y no tenía otra cosa mejor qué hacer). ¡Van!


Pendejadas Pendejas. Es el tipo más común de pendejadas, son esas cosas que dice la gente que habla por hablar. Completamente sin gracia, sin fundamento, sin sentido. A veces se dicen con la intención de joder al prójimo. Hacen que sientas pena ajena por quién las dice y lo consideres tal cuál: un pendejo/a.

Pendejadas Graciosas. No cualquiera tiene la facultad de decir pendejadas y logra que la gente suelte una sonrisa. Son ese tipo de cosas que a uno le salen espontáneas, surgen del momento y/o de la situación. A veces se dicen ciertamente con la intención de que los demás se rían pero sin caer en el payasito. Los que dicen pendejadas graciosas por lo regular son el alma de las reuniones.

Pendejadas Inteligentes. Estas son parecidas a las pendejadas graciosas pero además involucran algún tema de interés general. Están fundamentadas en algún conocimiento o dato en particular (histórico, político, social, etc.). A veces van acompañadas de comparaciones, metáforas, analogías, paráfrasis y/o sarcasmo. Los que las dicen suelen ser altamente valorados.

Pendejadas Filosóficas. Estas pendejadas son a simple vista una pendejada que puede decir cualquiera pero que por algún motivo pueden poner a debatir y a reflexionar. Incluso una pendejada filosófica puede quitarte el sueño varios días por estar dándole vueltas y vueltas aunque se trate de la cosa más simple. La gente que las dice por lo regular suele ser bien intensa.

Pendejadas Contextuales. Son esas pendejadas que se dicen en cierto momento, época o lugar. Tienen efecto (risa, enfado, molestia, discusión) pero si uno trata de repetirlas en otro momento u otro lugar sin los elementos originales pierden el sentido e incluso pueden llegar a convertirse en una pendejada pendeja. Las puede decir cualquiera.


En fin, siempre existirá aquella frase de "Hay quienes tiene la boca conectada al cerebro y hay quienes la tienen conectada a la cola..." Igual y este es un pedo muy subjetivo y también depende de la percepción de cada quién y su concepto de "pendejada". A lo mejor alguien considera gracioso a quién yo considero un pendejo y etcétera. Eso es lo fascinante del ser humano.
Gracias, vuelvan pronto.



LOVE YA!




Ahora no estaba escuchando ninguna rola mientras escribía este post tu ti tu ri tu ti tu ri.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que seria de este mundo sin las pendejadas

Antigüa Púrpura dijo...

No quiero ni imaginarme. Yo las amo.